domingo, diciembre 24, 2006


FELIZ NAVIDAD A TODOS

miércoles, diciembre 20, 2006

Ida y Vuelta

Aparecías y desaparecías como aparece y desaparece la inspiración o la lluvia en ciudades como esta. Venías y te quedabas unos instantes y luego te ibas y yo me quedaba esperándote en la puerta de tu casa y en todos los rincones que había conocido por tu culpa, igual que por tu culpa conocí el amor y a contar más rápido para que más rápido pasasen las horas y los días. Me amabas y me decías que no podíamos ser por el momento y yo me sentaba en un banco delante de ti, pero tú no me veías. Podían pasar los años, que yo te estaba esperando. Lo sabía la lluvia, los paragüas y las gafas de sol. Iban y venían las estaciones y volvían a irse y volvían a volver y yo extendía las manos para así tocarte desde lejos la yema de tus dedos, para que te acordaras un poco de mi piel y volvieras a verme o a dejarme poemas en el buzón o simplemente para que me dijeras "Gracias por esperarme. Algún día..." [Algún día te querré tanto que vas a despertarte de esta horrible pesadilla y cuidaré tus sueños y cambiaré los colores del cielo que respiras y no te hará falta llorar para que llueva]. Y ese día llegó y todo huele a pasado, a canciones que hicieron las veces de tus palabras o de las mías cuando no me salía la voz de tanto gritarte y tanto amarte fuerte y amarte a voces. Y ya nada es lo que era ni nada ya puede hacernos daño.

domingo, diciembre 17, 2006

Baila conmigo esta noche, igual que ayer, sin música extradiegética. Que se arranque la melodía de tu cuerpo y el mío funcione de altavoces.







Que se enganchen tus costillas a las mías de por vida de una vez. Que ya no tienen nada que proteger si estás conmigo, bailando como si fuéramos a quedarnos sin oídos al instante.

Ayn

"Ninguna era tan bella como tú durante aquel fugaz momento en que te amaba: mi vida entera" (Ángel González)
Juguemos a leernos poemas de poetas que no se suicidan antes de los treinta. Y busquemos películas francesas que hablen de amor no kamikace. Que a nosotros eso de amarnos se nos da de maravilla, aunque a veces, entre copas, rompamos algunos cristales. Que te quiero bien, amor, y te quiero siempre, ya lo sabes. Hagamos trucos de magia como los de esta noche, y yo desaparezco de tus manos para que empieces a buscarme por todos los rincones. Y que me encuentres, que me veas sentada en una de las esquinas de este inmenso pasillo con una sonrisa en los labios, y en los ojos las manos, pensando que así te despisto, que no me sabes de memoria ni a ciegas. Querámonos así todos los días, como algunos sólo aciertan a quererse un instante. Que tú y yo somos un caso aparte, una constelación perdida, la más limitada de las series.

miércoles, diciembre 13, 2006

Me dedico a mirarte y a intentar capturar un poco de tu aliento, del aire que dejas escapar entre beso y beso, entre palabras. Me gusta beberte así, sorbo a sorbo, y saberme de memoria el escalofrío de siempre y tener las ideas claras, es decir, que voy a acabar llorando, como siempre, y que tú terminarás comiéndote mis lágrimas. Y mañana será otro día igual que hoy, quizá tan gris como esta tarde… o puede que aparezcan de una vez por todas los infinitos colores que nos prometieron de pequeños. Pero estarás tú, tan diferente como todos los días, sorprendiéndome con nuevas formas de juntar los labios, de enlazar las manos, de apoyar tu cabeza en mis costillas.

jueves, noviembre 16, 2006

Qué manía la de esas ciudades que se empeñan en poner tierra por medio, que deciden que tú y yo no nos acostemos a la misma hora ni comamos a la vez, ni lo mismo. Qué manía de enseñarte calles y edificios y cervecerías que yo no voy a conocer por el momento. Qué manía de darte las gracias en otros idiomas y con otros acentos y hacerte olvidar por un tiempo mis susurros. Qué manía la de hacerte despertar con otra luz y en otra cama. Qué manía pretenderte a todas horas. Qué manía de cautivarte constantemente, de enseñarte lo mejor de sus encantos. Qué manía de no ser yo; de no ir contigo; de no descubrir ciudades a la vez, como hemos descubierto casi todo.

martes, noviembre 14, 2006


"Es preciso que una imagen se transforme al contacto con otras imágenes de la misma manera que un color al contacto de otros colores. Un azul no es el mismo azul al lado de un verde, de un amarillo, de un rojo. No hay arte sin transformación."

Robert Bresson: Notas sobre el cinematógrafo

domingo, noviembre 12, 2006

Eraser


Borrar el pasado y los besos que no venían de ti y los abrazos que no eran tuyos y las caricias que no eran mías y las fotografías que no llevaban mi nombre. Borrarlo todo y empezar contigo desde el principio del todo, desde el despertar y las primeras manos que se ofrecen y abrigan del frío. Quitarlo todo: lo que ha venido rellenando ausencias, lo que había entre tú y yo antes de haber nosotros. No quiero romper recuerdos: quiero que nunca los haya habido. Que nunca haya habido nadie entre este par de uno que bombea por dos.

martes, noviembre 07, 2006



Caperucita Roja intentando no caerse al frío estanque de Versalles después de tres horas de "idílico" paseo por sus jardines. Y, con todo, tengo ganas de volver.

domingo, octubre 08, 2006

Olvido y Desencanto

¿Y si te olvidas un día de todo lo que te trajo a mí? Si olvidas dónde has puesto las llaves o la última película que te has comprado; si te olvidas de los cumpleaños y las fechas de exámenes. Quizá llegue un momento en que te olvides de mí, de esa madeja de hilos que fuiste siguiendo hasta encontrarme. Y me mires y no me veas brillar, brillar por dentro, y deje de darte luz y calor. Quizá despiertes y me encuentres durmiendo en tu cama y te preguntes por todas esas cosas que un día te encantaron, que te revolvieron la tripa y te hicieron querer bailar en plena calle. Por eso cada día es el primero y yo sigo luchando como si fuera el último para que nunca, nunca, llegue a serlo.

lunes, septiembre 25, 2006

Sí, por eso. También porque sonríes con los ojos. Y encoges los hombros; y me miras con la cara interna del codo y de las rodillas.

Y nos gusta tumbarnos abrazados y leer las nubes y las baldosas y contarnos las arrugas y los secretos y las cosquillas.

Quiero verte por dentro y estudiarte y aprender de memoria tus rincones.

lunes, septiembre 11, 2006


Bailando van tus muñecas haciendo piruetas en mi espalda y mis ojos te lanzan flechas que se te hunden en el estómago que arde y me quema el vientre que te llama y te tiende hilos que se te enganchan en el pelo que se me enreda entre los dedos que te buscan las cosquillas.

viernes, septiembre 08, 2006

Te llamo en mitad de la noche y te pido que vuelvas, no puedo, me dices y sigues allí aunque te cuesta igual que a mí tener tus dedos separados de los míos y vuelvo a llamarte por si acaso gritando te puedo traer más cerca o puedo escuchar tu voz aquí, a mi lado, mirando el faro y cantando y pasando frío y vértigo como siempre. Y eres tú exactamente el de ayer pero estás lejos y te siento lejos y alargo hasta las venas para que las rellenes de ti y no te alcanzo no te alcanzo no te alcanzo. Pero seguiré intentándolo hasta que lo haga.

miércoles, septiembre 06, 2006

-Te invito a desayunar y a esquiar y a venirte a París conmigo.
-Estás loco.
-¿Por qué?
-Apenas me conoces.
-Qué más da. Me fio de ti.
-Hace falta mucho más que eso.
-¿Hace falta que me gustes?
-Por ejemplo. Y que me escribas cuentos y me cantes canciones al oído.
-Lo haré.
-Y que me digas que la Torre Eiffel no tiene ningún sentido sin mí arriba.
-No lo tiene.
-Y que me abrigues cuando haga frío y tengas preparado un café con leche y con espuma.
-No lo dudes.
-Y que me des la mano con fuerza y me abraces rojo sangre rompehuesos.
-Haré todo lo que quieras.
-¿Y me querrás?
-Te querré. Te querré tanto que no vas a poder creerte que se pueda ser tan feliz.
-¿Y se podrá?
-Ponme a prueba.

martes, septiembre 05, 2006

Aniversario Feliz

Hoy hace un año me mudé al mundo del blog. Parece que fue ayer pero ya han pasado 365 días y se han ido y han llegado personas y he visto todos los colores a través de esta ventana. Y os he conocido un poco a vosotros también y me he dejado observar y querer a ratos. El motor que me mantiene vivo el pulso no ha cambiado y está siempre reflejado en mis ojos. Hace ya tanto tiempo... y sigue sin soltarme. Menos mal. Gracias a él por agarrárseme dentro y gracias a vosotros por estar al otro lado de una u otra manera y por dejaros leer en vuestros respectivos blogs y/o comentarios.

domingo, septiembre 03, 2006

Te espero


Tus manos
y tu voz.
Al centro de la tierra.
Con todas las canciones y los sueños.
Y las peleas por encontrar fugaces las estrellas.
Y tus ojos. Sin duda alguna, tus ojos.
Quiero que aparezcan en mi desayuno.
Y todo lo que eres y lo que serás. Para la cena.
Lo que seremos juntos.
Y tu piel y tu risa.
La que finges y la que estalla.
Quiero las dos. Y tus lágrimas.
Las que te esfuerzas por ocultar.
Las que no tienen remedio. Las mías.
Nuestros paseos lunares cuando cae el sol.
Tu cuello en mis ojos. Tus labios. Tu adiós.
Nuestro reencuentro. Te espero.

sábado, septiembre 02, 2006

Vuelvo...

vuelvo pronto.

Gracias a todos y feliz fin de vacaciones.

lunes, julio 31, 2006

Mar

Cierro los ojos y estoy allí. Estoy contigo. Y saltamos las olas y vemos las estrellas y dibujas constelaciones en mi espalda. Casi me basta con cerrar los ojos y desearlo fuerte. Entonces, noto tu mano. Siento tu mano apretando la mía y tu boca se acerca a mi oreja y me canta en susurros. Puedo oírte con sólo quererlo. Casi puedo sentirte a mi lado. Y me da el viento en la cara mientras me agarro fuerte a tu cintura. Tienes los dedos enredados en mi pelo y te encanta. Y a mí me encanta que huelas a salitre y me lleves en coche a lugares soñados. Y cierro los ojos y me veo caminando entre rocas, paseando en la arena, intentando subirme a una lancha de tu mano. Apenas necesito cerrar los ojos y ya estoy allí, ya se acercan tus labios, ya te alcanzan los míos.

miércoles, julio 19, 2006

Et Moi Aussi

Se queja a medias porque no la lleva a la ciudad de la luz y a los besos a la orilla del río más bonito del mundo.

París es amor y punto.

Pero ella no lo sabe, no lo bastante porque de haberlo sabido se habría escapado sola y le habría mandado una fotografía en blanco y negro y una súplica: ven a por mí, que no entiendo estas calles si no estás. Y él habría ido en un caballo blanco como en la película y habría escalado la torre hasta encontrarla en la cumbre, mirando las estrellas y perdiendo la cuenta. Y se habrían besado allí arriba contemplando la inmensidad de una ciudad que sólo sabe gritar palabras de amor en francés, o palabras que en francés suenan a palabras de amor.

Las calles de París.

Le han contado que lo mejor de esta ciudad son los rincones, los pequeños detalles que se cuelan entre las grandes avenidas, los restaurantes pequeños con encanto, la calle de las flores, las tiendas de té de siempre y los músicos callejeros que adornan cada una de sus esquinas. Pero lo mejor de todo es el olor y la luz, que dan paso a la tercera parte.
Vista, oído, gusto, tacto, olfato.
Porque París es eso: la mejor estimulación de los sentidos. Y lo mejor de todo es que no hace falta receta médica, sólo un billete de avión o una litera pequeña de un tren que viaja de noche. Huele distinto a todas las ciudades y huele a flores y a comida y a tantas cosas distintas y tan difíciles de explicar... Y sabe a jabón y a baño relajante y a sábanas blancas recién estrenadas y casi se puede tocar esa luz que ciega y esclarece todo a la vez y que cambia todos los edificios según la hora. Y los tejados, que son un paraíso aparte y casi te mueres por subirte a ellos junto a él para ver pasar todos los gatos negros del mundo que ya se han instalado aquí por siempre, y ver los puestos de fruta a medianoche y a los amantes que pasean bajo paraguas rojos compartidos y botas de agua para saltar los charcos.
Y pienso.
Que merecéis una escapada y que París despierta las mentes más reacias, abre corazones, los enciende, los pone en marcha y que es imposible ir para no jurarse volver, para no prometerse otro baile, otro paseo, una cena en un barco que recuerda a Antes del Atardecer.
Que París inspira libros, películas y canciones y que todo suena más bonito en francés y huele mejor en sus escaparates. Por eso todos vuelven. Por eso todos los para siempre viajan en batobus.

lunes, julio 17, 2006

Arq.

Cuando era pequeña ya sabía que, si existían los príncipes, el mío iría con un montón de planos bajo el brazo y lápices de todo tipo en los bolsillos. Soñaba con él, con mi príncipe construye todo: que todo lo reinventa, que da sentido al asfalto. Es la profesión más artista de todas, por encima de la pintura, de la escultura, del cine o de la fotografía. Porque hace espacio, crea en volúmenes y permite que los atravieses, los recorras o que te quedes ahí dentro cuanto quieras y lo habites.
Y no hay nadie como él. Estoy segura. Llegará tan alto como esos edificios que anhela construir y callará a los incrédulos y a los desconfiados. Porque sus lápices -también- se han enamorado de sus dedos y ya no hay nada que hacer. Y sus dedos dependen de un corazón que late sin ritmo fijo porque no le gusta lo de siempre y busca otros sonidos, inventa y vibra y mueve.

viernes, julio 07, 2006

Ni siquiera se asusta. Ni cuando le digo cuánto cuánto le quiero ni cuando me lanzo a su cuello y me cuelgo de él y no consigue arrancarme porque apenas lo intenta. No se asusta. Me dice que le pasa lo mismo y que no me imagino cuánto cuánto me quiere. Pero ya lo sé y me gusta saberlo. No es como antes, cuando intentaba pensar que no me quería aunque sabía que estaba loco por mí. Así, se compensaba y al final resultaba que me quería un poco y me hacía ilusión. Pero ahora es distinto y soy feliz conociendo cuánto cuánto me quiere. Adoro esa consciencia de ser amada. Adoro saber lo que significo para él y que me sueña a su lado cada noche y en cada desayuno. Y saber que es igual desde este el otro lado de la luna, que le llevo en la sangre y protegiendo cada articulación y no entiendo las calles sin sus mapas.
Lo mejor del amor es cuando empiezas a saber todo lo que implica, cuando notas cómo te baña de sentido, cuando eres amor, cuando eres.

miércoles, julio 05, 2006

The Bee's Knees

Hace un calor sofocante y no es igual que el calor de tu cuerpo junto al mío en una tarde de siesta. No es lo mismo ni la música es la misma aunque salgan los mismos acordes de la minicadena. Ya lo sé, es sólo cuestión de horas o de días. Que tú y yo ya juramos no separarnos nunca más de un ciclo lunar. Pero duele igual, y lo sabes. Y sonreir no es tan fácil ni las películas terminan como cuando te quedas a verlas a mi lado. Ni siquiera se respira el mismo aire en las calles. Yo sólo quiero saber transmitirte cuando no estás. Enseñar todo lo que he aprendido contigo. Llevarte en la cara a cada paso que dé. Me lo pediste una vez, dejar las lágrimas para las noches en vela, pero no es tan fácil -nadie dijo que lo fuera- y soy tan mala alumna y hace tanto calor en la calle...

viernes, junio 16, 2006

Des-inspirada

Tampoco hoy va a ser el día en que escriba el poema por el que sería recordada siempre. Ella quería ser admirada por saber traducir sensaciones en todos los idiomas y por hacerlas traducibles ante tanto artista incrédulo y falto de rojo. Pero hoy no iba a ser el día en que encontraría la inspiración y no la dejaría marcharse. Que a base de bollería recién hecha y café caliente no se consigue retener a todos siempre. Como decía, hoy no se iba a levantar con una idea espanta-sueño en la cabeza ni iba a salir corriendo a la calle a beberse nubes y semáforos y canciones de cada escaparate. No, no iba a ser el día. En lugar de ello, se levantó más o menos como siempre y más o menos como siempre pensó en ti y desayunó lo de siempre y no bajó a gritar ni a beberse el mundo ni nada de lo que ocurre cuando aparece la inspiración... que siempre es así, de repente, como cuando tú llegaste.
Quizá tenga que esperar al año que viene, quizá unos días. Eso es lo bueno, que viene cuando le apetece, se queda hasta que se aburre o se enfría el desayuno y te llega sólo hasta donde la dejas pasar.

jueves, junio 08, 2006

Now I will do nothing but listen,
To accrue what I hear into this song, to let sounds contribute toward it.
I hear bravuras of birds, bustle of growing wheat, gossip of flames, clack of sticks cooking my meals,

I hear the sound I love, the sound of the human voice, I hear all sounds running together, combined, fused or following,
Sounds of the city and sounds out of the city, sounds of the day and night,
Talkative young ones to those that like them, the loud laugh of work-people at their meals,
The angry base of disjointed friendship, the faint tones of the sick,
The judge with hands tight to the desk, his pallid lips pronouncing a death-sentence,
The heave'e'yo of stevedores unlading ships by the wharves, the refrain of the anchor-lifters, The ring of alarm-bells, the cry of fire, the whirr of swift-streaking engines and hose-carts with premonitory tinkles and color'd lights,
The steam-whistle, the solid roll of the train of approaching cars,
The slow march play'd at the head of the association marching two and two, (They go to guard some corpse, the flag-tops are draped with black muslin.)
I hear the violoncello, ('tis the young man's heart's complaint,)

I hear the key'd cornet, it glides quickly in through my ears,
It shakes mad-sweet pangs through my belly and breast.
I hear the chorus, it is a grand opera,

Ah this indeed is music--this suits me.
A tenor large and fresh as the creation fills me,

The orbic flex of his mouth is pouring and filling me full.
I hear the train'd soprano (what work with hers is this?)

The orchestra whirls me wider than Uranus flies,
It wrenches such ardors from me I did not know I possess'd them,
It sails me, I dab with bare feet, they are lick'd by the indolent waves,
I am cut by bitter and angry hail, I lose my breath,
Steep'd amid honey'd morphine, my windpipe throttled in fakes of death,
At length let up again to feel the puzzle of puzzles,
And that we call Being.

Song of Myself XXVI

Walt Whitman




Me suenas por dentro me suenas.
Y te quiero cuando me tocas canciones
y retumba tu voz
y me vibras.

lunes, junio 05, 2006

Felicidades

Es en noches así, como esta que empieza más o menos ahora, cuando mi mente viaja hacia el pasado y recoge las lágrimas de tantas noches en vela. Pero hoy no es igual porque tú eres más tú que nunca y me has dado la mano hace apenas dos horas y yo te he querido tanto como siempre y mucho menos que mañana. Y una piensa en las noches que no querían dormir y en los ojos repletos de barcos y veleros. Aunque a ti no te guste recordar el dolor y prefieras quedarte con sonrisas recientes. No importa. Podemos dejar de hablar de cuánto nos sangraban las manos de no vernos pero hoy todo es tan diferente a entonces que ya no duele, sólo se encoge algo dentro pero dura un instante. Y apreciamos más. Yo aprecio: tu risa y tus paseos y tus tobillos y tus dedos de pianista y tu barba y tus ojos y tu forma de bailar en plazas que se expanden a tu paso. Y te quiero. Así, como si fuera fácil. Como si cualquiera pudiera hacerlo. Te quiero igual que cuando dudaba en felicitarte hace ya tantas noches. Pero ahora es distinto y podemos gritarlos: que te amo, que esta noche (también) te voy a echar de menos, que mañana te quiero (también), que me gusta tu espalda incluso cuando duele, que me entusiasma tu risa y todas las pequeñas cosas que regalas a diario y que felicidades (de nuevo). Y ya casi se me ha olvidado que una vez nos dolimos y sólo quiero regalarte que puedas perdonarte, pero no puedo. Por eso me he propuesto hacerte tan feliz y tan consciente de lo mucho que te quiero y de lo poco que me importan los días que hemos pasado visitando otros continentes.
A Jota, que me lo da todo sin llegar a pedirlo: felicidades.

lunes, mayo 29, 2006

Gracias...

A veces sólo estamos vivos. Vivos sin más. Vivos sin vivir. La vida como estado, como pasión pero no como acción. Dejamos que pase el tiempo o el hombre de nuestra vida y no nos levantamos del asiento porque no tenemos ganas. Perdemos el tren o la fotografía perfecta pero no queremos echar a correr, atrasar el reloj y congelar ese instante. Dejamos de amar para ser amados; dejamos que nos cuiden y nos bailen el agua y no buscamos nada que regalar. Ponemos el cuerpo para recibir abrazos pero no damos manos ni hombros ni risas ni llamadas de teléfono. Como si no hubiera tiempo para nadie más que para nosotros mismos. Como si no hubiera nadie de quien preocuparse...
Hoy quiero daros las gracias a todos los que estáis ahí, los que entráis en este espacio y comentáis y los que no. Los que lo leéis desde lejos y los que estáis a mi lado. A los que os llegan estas palabras y a los que no. Los que me dais la razón y los que disentís. A todos, de verdad, gracias por seguir al otro lado de la pantalla. Y gracias sobre todo a ti.

domingo, mayo 28, 2006

Estallando

Como si me hubiera tragado un trozo de sol con sus rayos y todo y me estuviera empujando por dentro, intentando expandirse dentro de mí; me golpea los huesos y grita. Chilla y llora y da patadas y rebota entre mis costillas como queriendo salir. Va a reventarme el alma pero me deja como regalo todas las sonrisas del mundo.

domingo, mayo 21, 2006

Y no te pido más que te estés a mi lado...


y que mantengas la sonrisa cuando hay nubes y llueve
y que te sigas levantando por mucho que te caigas
y que te brillen los ojos cada vez que me mires
y que no te rindas por mucho que te tienten

y que pruebes cada puerta aunque lleve candado
y que continúes bailando en medio de la calle
y que me lleves a todos los escenarios que te tienen prohibidos
y que me partas los huesos en un abrir y cerrar de brazos

y que no dejes de luchar contra los malos tiempos
y que dejes que tus manos desafíen las leyes
y que dejes las lágrimas para las películas francesas
y que mantengas la cabeza alta, más alta, más alta...

... como una escalera.



http://www.yousendit.com/transfer.php?action=download&ufid=4C550A0540EF4C0E

lunes, mayo 15, 2006

Dejó por escrito:

Si me lo permite, me gustaría pedirle que se ahorrara las explicaciones. No es necesario que diga nada. Es preferible el silencio al absurdo. Permítame que le idolatre por última vez: cierre la boca. No vuelva a prometer nada que no vaya a cumplir. No vuelva a adornar mis sueños. Déjeme pasear tranquilamente; no me tienda la mano, ya no queda nada que sujetar. Si me lo permite, le he dejado un regalo escondido en uno de sus libros de noche. Son las llaves del buzón. Quizá quiera ahorrarme el martirio de encontrarme con cartas a su nombre. Ya no puedo soportar más remitentes en blanco.

domingo, mayo 14, 2006

Pronombres

Vamos dejando atrás los pronombres más personales que, como las lágrimas, ya han dejado de tener sentido alguno.
Y vamos olvidando los túes y los yoes por los nosotros.
Y ahora somos nosotros los que tenemos pesadillas por las noches por la ausencia del , que ya no es tal, sino medio nosotros. Y, claro, a nosotros nos quema perder la otra mitad al despedirnos.
Y la historia se enreda porque, para variar, vas cambiando el lenguaje (aunque estaría mejor decir que vamos cambiándolo, aun mintiendo).
Pero si me permites, voy a decirte que te amo -porque no es lo mismo eso a que nos amamos, aunque también sea cierto-.
Yo quiero rendirle un tributo a tus pronombres y a tus extremidades. Y permíteme decir contigo todas las veces que hagan falta y desgastarte los tes cuando te diga: te quiero, ámote y te voy a dar mi vida.

domingo, mayo 07, 2006

Al menos

Al menos me estás abrazando esta noche y todas las que vendrán mañana y la calle estará recibiendo mañana los rayos de ese sol que hoy nos deslumbra.
Al menos no estaremos nunca tan ciegos como para no vernos, aunque sea más allá de los ojos desde los que miramos. Que aunque perdiésemos los ojos o se los llevaran las desgracias, tú y yo seguiríamos mirándonos desde las cuencas vacías.
Al menos nunca seré vacía como lo fui cuando no te tenía en los brazos o cuando imaginaba el tacto de mis dedos repasando los surcos de tus manos -y dolía-.
Al menos hoy nos hemos estudiado la endodermis y cantamos canciones en el autobús de vuelta a casa y soñamos que no tienes que irte cuando me des las buenas noches, soñamos poder darnos las buenas noches a puerta cerrada.
Pero al menos no nos cansamos de contar los minutos, las horas o los días que falten para entonces, como nunca nos hemos cansado de esperarnos y de amarnos gritando para dentro. Para que no se oyera, para no abrir heridas.
Al menos las heridas que ayer nos provocamos ríen ahora cuando les damos besos.

miércoles, abril 26, 2006

Ellos

ÉL
es alto y a ti te parece el más alto del mundo y es guapo y a ti te parece precioso y es inteligente y tú le darías un premio a la sabiduría y además es generoso y se hace preguntas y nada sacia su curiosidad hasta que no apareces tú y le cierras la boca con un beso. Te encanta su boca. Pasarías en ella tantas temporadas. Te gusta navegarla y aprenderla como todas esas asignaturas que aprendes sabiendo que no van a servirte para nada. Pero esto lo haces con ganas, porque ella te devuelve con creces tanto tiempo en sus olas. Y te gustan sus pies y sus manos. Sobre todo sus manos porque nunca habías imaginado que existían unas manos tan bonitas. Pero existen y son tuyas. Que te las regaló esa noche en que las puso sobre la mesa y a ti no te quedó más remedio que tomarlas y besarlas y decirle que nunca nadie te había hecho un regalo tan bonito -aunque en realidad no dijiste nada, pero te pusiste a llorar, que es más o menos lo mismo-. Y, sin embargo, cada día te hace mejores regalos si cabe.
ELLA
dice que exageras pero no lo puedes evitar. Te conmueven sus ojos porque te ves en ellos y porque siempre apuntan a ti, como esa bala que te clavó y no consigues arrancarte. Es que ella se dedicaba a ir dejándote heridas para poder tener una excusa y después curarte. Y lo hace. Y cuando no sabe hacerlo te sonríe y a ti te gusta tanto su sonrisa que eres capaz de perdonarle cualquier cosa. Y te vuelve loco cuando se coloca tanto el flequillo hasta taparse bien la frente a pesar de que tú preferirías que la tuviera al descubierto: ya sabes que la reserva para ti. Me ha dicho que no entiende cómo puedes soportarla pero no tiene muy claro todavía cómo puedes amarla de esa manera en que lo haces. Es tan egocéntrica que se creía la única capaz de hacerlo así, poniéndolo todo, agarrándose a ti desde las entrañas hasta las orejas. Qué puede hacer, ya sabes que no concibe otro plan de acción que el de pasarse las horas espíandote con el rabillo del ojo, ese que forma parte del tándem que tanto te emociona.

viernes, abril 21, 2006

Por Dentro

Y luego estabas tú y esa particular manera de cerrar los ojos sin cerrarlos del todo y que sólo yo veía cuando juntábamos los labios y nos bebíamos y nos queríamos tanto, tanto que ya no nos duele. Y yo abría los ojos para mirarte a los ojos y observaba que habías dejado tus párpados a medio cerrar y yo podía verte los ojos, los de dentro, y me sentía privilegiada por poder tener esa imagen ante mí: tus ojos entreabiertos, que es lo mismo que tú queriendo cerrarlos y yo empujando desde abajo para vértelos, para seguir observándote mientras los intentas cerrar.

Porque tú nunca cerraste la puerta con llave y yo podía seguirte los pasos por el hueco que dejaste abierto. Cogí una silla de madera roja a punto de morir –exactamente igual que yo cuando dolías- y me sentaba a perseguirte con los ojos, a buscarte en esa habitación a la que no tenía acceso y que era verde, verde abrigo, y olía a una colonia cuyo frasco era del mismo color, y estabas tú ahí dentro, y yo podía verte dormir, verte comer, verte abrazar, verte llorar, verte escuchar, verte ver, verte morir, verte reír, verte besar, y todos los demás estaban fuera de campo para mí, fuera del alcance de la ranura de tu puerta, esa puerta que en el fondo eras tú y que son tus párpados cuando no los dejas caer del todo. Porque tú siempre quieres regalarme más que nadie. Tú siempre quieres regalarte más que nadie.

(…) Por dejarme mirarte por dentro, levantar tus persianas, abrir tu puerta, pasar adentro. Y porque ni siquiera me dejas que llame antes de entrar.

domingo, abril 16, 2006

Tropiezos y con-sentidos

Que te he estado esperando y me has estado esperando en paradas de autobús y aeropuertos en vela. Y te he estado esperando con los ojos rojos y la piel seca y tú con los ojos secos y la piel roja. Que pedíamos a gritos una cuerda para atar nuestras ventanas que querían jurarse amor eterno y chillaban de rabia y nosotros apenas las oíamos. Apenas las queríamos oír.

Que te he estado esperando en el sueño de siempre como siempre has estado tú esperando en el café de siempre. Que siempre nos hemos esperado. Que te he amado siempre y me has amado siempre y hemos escrito cartas siempre que nunca hemos mandado. Pero que te he seguido siempre cuando te ibas lejos y cuando no querías verme o te escondías o cuando me cruzaba contigo una mañana de lluvia y paraguas verde pistacho.

Te gusta el helado de pistacho y te gustan los pistachos de ese país que no visitaremos pero que yo he viajado contigo en nuestros sueños a recoger pistachos para ti.

Y me has estado esperando aunque doliera más de la cuenta pensarme porque en el fondo siempre hemos estado en el banquillo aunque saliéramos a entrenar de vez en cuando. Y siempre parecía que íbamos a entrar a jugar pero siempre nos dejaban con las ganas. Ahora estamos disfrutando del partido que dura más de dos tiempos y un descanso. Este partido nuestro dura años luz míos y años luz tuyos, aunque los años luz sólo midan la distancia. Hasta hoy. Que yo te he estado esperando tanto tiempo y te he amado desde tan lejos y tan profundo y tú has estado esperando tanto tiempo y me has amado desde tan lejos y tan profundo que hace falta repetir palabras porque lo que llevan dentro cambia cada vez que se pronuncian. Que yo te he estado esperando en una sala de cine en carne viva y lágrimas de cristal sin colores. Y tú has tenido que interrumpir varias comidas porque te iban a estallar los ojos rojos.

Y te he estado esperando cuando preferías quedarte en otros brazos, que aunque yo también estuviera en otros brazos yo te estaba esperando. Y que te estaba esperando aun cuando no tenía extremidades inferiores –que me fuiste comiendo hasta hacerme desaparecer-. Que acabaste conmigo y yo acabé contigo y a los dos nos siguieron quedando ganas de esperarnos cuando se ponía gris el cielo o cuando se abría y tus sonrisas pasaban más desapercibidas que de costumbre.
Que yo te seguía robando besos, seguía tomándote prestados los labios y las manos y el cuello y esa espalda que me daba vértigo, que aún me lo da. Que tú seguías viéndome en fotografías en blanco y negro y al abrir la ventana me veías pasar y probablemente mirarte con los ojos clavados en ti y rojos y secos los ojos de mirarte. Que tú me seguías cantando al oído y que no me hacía falta vivir en silencio para escucharte. Que nos hemos amado tanto y siempre y tan de dentro y tan hacia dentro y tan profundo y tan de verdad y tan sin palabras y tan impronunciable y tanto y tan difícil de explicar.

Siento tropezarse las palabras.

martes, abril 11, 2006


Hay calles con luz y calles que se iluminan a tu paso

pero lo que nosotros hacemos cuando nos damos los labios es ir sobreexponiendo muchas otras,

saturando colores, exagerando contraluces.

viernes, abril 07, 2006

Sección temporal en la historia

Te quiero
Aunque te hayas ido. Aunque me hayas arrancado la piel que me prestaste. Aunque digas que no me quieres por mucho que yo sepa que lo sigues haciendo. Por mucho que yo sepa que tenías que irte. Por poco que yo quiera.
A pesar de que te has llevado los colores y has dejado un poco de verde en las esquinas de esta habitación que ya no entiende de nada ni deja pasar la luz. Aunque este colchón haya dejado su trabajo por falta de éste. Aunque mi corazón esté en suspensión hasta nuevo aviso.
No importa que la mesa de comer se haya quedado grande ni que yo haya perdido las ganas de alimentar el frigorífico y él a mí. A pesar de que las persianas se han cansado de subir a las alturas y de que las canciones han perdido sus corcheas.
Aunque no te lo dijera con suficientes ganas ni te dejara leerme. Aunque te diga que te odio y que espero que acabes encontrando los corazones que te faltan. A pesar de los golpes que te doy en pesadillas azules y poco contrastadas. A pesar de la sangre.
Te quiero y sé que no te marchas por falta de amor o porque no te doy los abrazos suficientes. Te quiero a pesar de no saber por qué te vas, por qué me dejas sola cuando me han salido goteras por las paredes. Te quiero porque no me hace falta entender tus motivos para quererte.

martes, abril 04, 2006

Artistas

Se enamoró de él porque era artista y porque tenía los ojos exactamente del mismo color que los suyos.

Pensó que podrían servirle en caso de perderlos
y pensó que podría regalarle obras de arte por su cumpleaños.

Le encantaba mirarle las manos mientras trabajaba, cuando luchaba por fundir fachadas con paisaje. Le gustaba su cuerpo en tensión, la forma que adquiría su cuello y la parte superior de la espalda y cómo su escritora favorita lo había descrito ya mucho mejor que ella.
Y que no sólo hacía arte sino que lo tenía. Poseía la magia inyectada en las venas y regalaba risas contagiosas y palabras que aprendía en los periódicos. Se esforzaba por hacer poesía sin darse cuenta de que el poema era él. Que él es obra parida por peritos en letras y amaneceres.

lunes, abril 03, 2006

De tu boca

Cuelgan de tu boca hilos de seda, de tu boca de fresa y caramelo, de tu boca tan sabia y tan abierta, de tu boca de rojo terciopelo

Cuelgan hilos de seda tan suaves,

hilos largos y dulces y traviesos

hilos que se escapan de esa boca tan llena de virtudes que rebosa abrazos, idiomas y poemas.

Quiero que hilos de fresa de tu boca se me agarren por dentro en doble nudo.


Quiero que tu boca aparque sus hilos en cada parte de mí para engancharse, que tengo lleno de plazas disponibles todas las esquinas de este garaje privado.

Sólo quiero tu boca, risa y roja. Tu boca con sus lazos en muñecas, codos y tobillos, llenándolo todo de seda y terciopelo, creando una cárcel contigo,

que ya no es cárcel.

domingo, abril 02, 2006

Me quedo contigo

  • ante páginas en blanco y falta de ideas
  • en los días oscuros y borrosos
  • en tormentas de noche y cristales rotos
  • en sinsonrisas al lado ni a la vista
  • en lágrimas propias y escondidas
  • en enfermedad presente o venidera
  • en precipicios y vértigo
  • en tumores que envenenan y destrozan
  • en flaquezas posibles
  • en hastío y desidia
  • en la ausencia del color
  • en la pérdida, la huída y el fracaso
  • en la caída que duele y la que mata
  • si hay agujas clavadas en tus ojos
  • en la ausencia de luz y de aire libre

Me quedo contigo porque no concibo otra forma de quedarme. Porque no estar contigo es vivir en huída continua, en búsqueda incansable de ojos, manos y arterias que me recuerden a los tuyos. Porque quiero quedarme y apoyar la cabeza en tu pecho y dormirme ahí, entre tus brazos. Porque me sigo quedando contigo con el paso del tiempo, porque no encuentro otra forma de pasarlo. Porque soy feliz y me haces falta para esbozar una sonrisa de las grandes. Porque quedarme contigo es un regalo y mirarte las pupilas, mi actividad favorita. Me quedo contigo porque te has adherido a mi piel como gasa a la herida y ya no puedo despegarte sin sentirme incompleta.

miércoles, marzo 29, 2006

Sí, sí lo sé...

Cuando tú me dices "te quiero" y yo te digo "lo sé", tú contestas "no, no lo sabes" pero sí, sí lo sé. Lo sé porque si yo no fuera capaz de saberlo, tú no serías capaz de amarme como lo haces. Ni al revés.

Lo que quiero decir es que tú y yo nos entendemos y que lo hacemos más allá de las palabras y sus significados. Que tu hígado y el mío se entienden, y que mis rodillas entienden a las tuyas, y viceversa. Que te sé leer. Que te traduzco.

Lo que quiero decir es que si yo estoy capacitada para responderte es porque también lo estoy para darme a ti, y que es recíproco: que te viertes en mí porque te relleno los espacios en blanco, las noches en vela. Y nos queremos y nos sabemos amantes y amados a la vez y a partes iguales y sólo en la consciencia de tu amor me siento viva y con capacidad de amarte por completo (antes no alcanzábamos el total del rendimiento).

Lo que quiero decir es que me llega la luz que empujas por mis rincones, que la diferencio de la luz del sol y de bombillas. Que tiene una temperatura de color distinta a todas, en la franja invisible del espectro, pero que yo la siento. Que te noto deslizándote por los laberintos que tengo dentro, tropezándote con órganos y cableado, evitando chocar con los huesos para no despertarme la piel. Que te noto irradiando luz y yo la absorbo; y juego con tus haces en mis dedos.

lunes, marzo 27, 2006

La insoportable gravedad de los abrazos

"No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces del dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña Muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña Muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace."
Eduardo Galeano
Yo quiero un abrazo de los tuyos, de los que parten huesos y escarban en los órganos. Un abrazo de los que sólo tú sabes darme, apretando con fuerza tu pecho y el mío hasta destrozarlo, hasta suavizar texturas. Quiero morirme así, entre tus brazos, si es que pudiera elegir cómo morirme. Quiero una transfusión sanguínea, establecer puentes de comunicación entre tus arterias y mis venas. Yo quiero un abrazo de esos que me das sin previo aviso, de los que insuflan vida en estado líquido, de los que llevan besos de regalo. Quiero intercambiar costillas contigo, columnas vertebrales. Quiero enlazar aparatos digestivos, entre otras cosas. Quiero que todo me venga con tu abrazo, con tus brazos protegiéndome los míos. Quiero caber en ti, que me concentres. Quiero abrazos con canciones y sin motivos. Yo quiero un abrazo de los tuyos, de los que vierten ganas y espíritu. Yo te quiero abrazar.

sábado, marzo 25, 2006

Esto no es una crónica del concierto de ayer...

Ayer
"M nunca dudó que me quería a pesar de todo, pero el día que se fue no le importó dejarme solo,
"lo hago por ti", me dijo, ya verás, sin mi estarás mejor, y me dio un beso en la mejilla, cogió la puerta y sonrió"
"Quieres que me entregue a ti mejor y olvide que mañana estaré esperando a que me llames"
"Sé que corre en contra mía, que el tiempo corre en cada instante y a usted parece no importarle malgastarlo conmigo… Algunas cosas se pararon porque usted igual me dio motivos para no volver jamás"
"Si cada vez que vienes me convences, me abrazas y me hablas de los dos y yo siento que no voy, que el equilibrio es imposible cuando vienes y me hablas de nosotros dos. No te diré que no,
yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo..."
"Reconozco que esperar es más fácil cuando sabes que te has ido lejos, sabes que no has perdido posibilidad y empujas más los huesos ¿dónde has estado? Creo que salí a preguntar por ti y nadie ha contestado y me quedo aquí parado, todos me han mirado y no encajé muy bien que te hayas marchado... "
"Aunque siga suspirando por algo que no era cierto; me lo dicen en los bares, es algo que llevas dentro: que no dejas que te quieran, sólo quieres que te abracen y publicas que no tuve ni valor para quedarme. Yo rompí todas tus fotos, tú no dejas de llamarme. Quién no tiene valor para marcharse…"
Hoy
"Si yo te giro para verte y el humo me intoxica, recorriendo los caminos, respirando los latidos..."
"Cada día, suspiran mis zapatos por dejar el pavimento separándonos a ti y a mí del centro"
"Para que la luna llena nunca choque contra el suelo, hemos de encontrarnos siempre a las afueras del pueblo con todos los besos nuestros. Son preciosos nuestros besos a las afueras del pueblo. ¿Qué pueden tener de malo si es lo que mejor hacemos?"

"Si dices mi nombre es espectáculo y me tiemblan las entrañas y se aprietan las paredes de este mundo. Sentí tu esqueleto susurrándome que me quisiste cada día que rompimos las barreras del sonido comiéndonos la boca diciendo que el futuro solamente podría convertirse en nuestra suerte... Sí... eres espectáculo... espectáculo... Y tú ni siquiera lo llegas a notar..."


Ayer, Iván Ferreiro me ofreció un recorrido por los cinco últimos años de mi vida. Me arrancó lágrimas que tenía ya secas y escondidas, me hizo sonreír, me guiñó los ojos, me revolvió por dentro, me dio un vuelco al corazón, me sopló vida, me susurró, me trajo recuerdos renovados, me cambió la vida un poco. Un concierto inolvidable. Un final inmejorable ("ahora tendré que salir a buscarme alguien que me arranque de cuajo la pena", "retales de mi vida, fotos a contraluz" "que no, que no, que no, que no..." y tantas más. Incluída la que os dejo aquí. Insuperables Maga-Ferreiro.

Diecinueve

jueves, marzo 23, 2006

Y sigues preguntándome por qué...

Porque vienes cargado de ideas brillantes, de grandes sonrisas. Porque vienes repleto de interrogantes pero sin cerradura. Porque no te gustan los consejos pero los escuchas. Porque eres por dentro más de lo que dejas ver a simple vista. Porque tienes las manos grandes y abiertas y la cabeza sobre los hombros -aunque la dejes volar de vez en cuando-. Porque me inyectas vida en cada abrazo, sangre en cada beso; porque me das de comer. Porque te caes y te levantas. Porque construyes. Porque no se te han salido los ojos de la cara, todavía. Porque sigues igual. Porque has cambiado. Porque te saben los labios a sueños y a pasteles. Porque te ríes y lloras y enrojeces. Porque cocinas y devoras instantáneas. Porque piensas. Porque eres. Porque me cantas y derrito. Porque quieres aprenderme de memoria. Porque adoro tu memoria por entregas. Porque vienes rodeado de los tuyos. Porque admiras a los que tienes al lado. Porque sabes querer y que te quieran. Porque te encanta quedar bien y ser correcto. Porque me hueles como siempre y como nunca. Porque...

martes, marzo 21, 2006

La Naturaleza y él

Él trabaja con materiales y herramientas, inventa y reconstruye, levanta y desploma.
Ella se encontraba sola, cansada de alzar la vista y no ver más allá de su infinitud. A veces le gustaba mirarse en el espejo, sentir que era la más grande, que nadie la podía superar. Pero un día se hartó de no tener nada que contemplar más que a ella misma. Se dio cuenta de que no le vendría mal un compañero de juegos, alguien a quien dar la mano, que pudiera abrazarla y llenarla por dentro, que la completara. Entonces le llamó a él.
No era el más famoso de los arquitectos pero sí el único hecho de cuerpo y alma. Ella buscaba alguien que fuera capaz de ver también dentro de ella, de analizarla, de estudiar sus necesidades internas, no sólo las que todo el mundo ve a simple vista sino las de dentro, las ocultas. Necesitaba un traductor de corazones invisibles.
Él le explicó lo que implicaba su petición: tendría que cederle partes de su cuerpo. Al principio dudó un poco pero al rato le estaba mandando un cajón repleto de papeles, piedras, hierro, rocas, ladrillos, cemento, hormigón e infinitos materiales más que le serían de gran ayuda. Cogió su lápiz y empezó a dibujar -no concebía otra forma de volcarse: así él tocaba directamente la hoja, la sentía, se vertía en ella- hasta levantar un mundo de la nada.
Cuando ella abrió los ojos, después de días de sueños, vio la obra y no pudo evitar las lágrimas ni los temblores. Llovió a mares. Ella se empapó de vida, él, en su obra, se llenó de ella. Ambos se fundieron en un abrazo, se nutrieron uno a otro, se besaron y se hizo el mundo.

sábado, marzo 18, 2006

Mo Cushla

Ella te escribió mi amor, mi latido. Creyó quererte como Frankie a Maggie sin darse cuenta de que sólo tú y yo podemos querernos como fingen quererse en las películas. Que tú y yo, además, escribimos y representamos guiones mejores que en los mejores teatros y salas de cine del mundo. Que si en Hoy: el diario de Adán y Eva lloré fue porque me emocionó la forma en que Dalmacio seguía amando a Eloísa después de tanto tiempo. Que temblé también cuando vi a aquella pareja de abuelos en el café parisino y recordé que, en El hijo de la novia, Nati le pedía a Rafa que la quisiera como sus padres se amaban. Que así te voy a querer yo toda mi vida. Que ella no sabe lo que es eso.

Que no vale de nada haber visto Tú y yo sin haberla visto juntos. Ni Cary Grant es el mismo desde que me recuerda a ti. Que Mo Cushla es una expresión demasiado fuerte para decirla sin entenderla de verdad. Que si yo digo my darling, my blood te estoy diciendo que eres el motor de mi vida, que vivo porque me mueves, que me nutres, que me das luz. Que hay películas basadas en los silencios que sólo nosotros acertamos a comprender. Y que hay tantas que quiero descubrirte… Que la historia de Otto, el Piloto, termina mal pero que merece la pena y que me llenes de lágrimas.

Que cuando Melvin le dice a Carol: You make me want to be a better man te lo estoy diciendo yo a ti. Que no he sido Julianne ni seré Kimmy pero sé que podré ser mucho mejor que ellas. Quizá El marido de la peluquera nos conmoviera a ambos pero yo no pienso irme para que me recuerdes. Guardaremos escenas e imágenes en algún cajón de la mesilla y las iremos rescatando día a día. Y veremos películas que ya hemos visto para refrescarnos los ojos y agarrarnos las manos.

Y haremos una lista de diez canciones para bailar, diez para escuchar abrazados, diez que nos arranquen las lágrimas. Y veremos Alta fidelidad y nos diremos cuánto nos gusta John Cusack y yo volveré a contarte que cada vez que lo he visto he pensado en tus ojos. Que mi latido eres tú porque me riegas el cuerpo. Que en todas las salas de cine hay dos asientos reservados para nosotros porque somos tú y yo los que damos sentido a todas las películas.

Hemos pasado de vernos en personajes cinematográficos a ser los protagonistas de una historia interminable. Quizá nunca estaremos en un rodaje pero la vida contigo es el mejor ensayo. Si alguna vez, como Bob, te tienes que ir y me dices I don't want to leave, te contestaré con las palabras de Charlotte: So don't. Stay here with me. We'll start a jazz band. Y te quedarás conmigo –porque yo me quedo contigo- y viviremos de la música que envuelve nuestros abrazos.

Puede que ella pensara que tú eras su Maggie o su Frank pero se equivocaba. Yo soy tu luchadora y tú mi jefe. Por ti he luchado. Por ti he dejado mi vida en cada combate. Por ti merece la pena arriesgarlo todo. Tú me has dado la fuerza y me has enseñado. Tú eres mi latido. Debería haberse dado cuenta de eso antes de dejarse llevar y escribirte esas palabras. Dolería si creyera que son de verdad pero, sinceramente, sé que sólo has sido sangre para mí porque sólo yo he sabido -y sé- amarte de verdad.


  • Wonderwall (por Ryan Adams)
  • miércoles, marzo 15, 2006

    Cuentos


    El más bello del Reino de todos los mortales. El auténtico. El grande. El inmenso.

    Yo sólo soñaba con eliminar la contaminación de este cuerpo invadido como un cáncer. Con barrer de mi alcoba el polvo y la sangre y los malos recuerdos. Y soñaba también con una huida de libro de ciencia ficción pero con zapatos de cristal y calabaza. Soñaba con él. Sin saberlo.


    Atravesé un bosque de rascacielos que clavaban azoteas en las nubes, que no dejaban paso a la luz, sólo a los lobos. A estos les llamó la atención el rojo profundo de mi capa al cuello. Y fui dejando jirones de tela y de carne que tú seguiste.

    Y me encontraste durmiendo y supiste que no podías dejarme vivir sin abrirme los párpados. Y me diste un beso. Y desperté. Y te vi. Te vi. Ahora puedo perder los ojos.


    Y tocaste canciones con tus manos de pianista de bar de jazz nocturno. Yo movía la cabeza y la cadera como una muñeca de porcelana antigua. Arrítmica perdida, qué le voy a hacer. En el fondo te encanta. Y me agarraste como se me agarran los nervios en el estómago sólo que más dentro y más fuerte.

    Y en la noche que no aparece en ninguna película que valga la pena, descubriste un guisante bajo el colchón y una sonrisa en mis labios.

    Fotografías de Eugenio Recuenco

    http://www.eugeniorecuenco.com

    martes, marzo 14, 2006

    Asociando Ideas

    Cuando pienso en ti, pienso en colores de madera diluidos en una botella de agua. Pienso en tus manos con sus carreteras abiertas por las obras, en tus manos en mi espalda. Pienso en mi espalda recorrida por tus besos. Pienso en tus besos dejándome tus labios en las mejillas. Pienso en mis mejillas sonrojadas por tu risa. Pienso en tu risa roja que me enseña los dientes. Pienso en tus dientes clavándose en mi corazón. Pienso en mi corazón regado por tus arterias. Pienso en perderme en ellas y en tus venas, que tengo sangre azul y tú lo sabes. Pienso en príncipes y en castillos y en películas de los noventa y deliciosa tarta. Pienso en un teatro de hace ya mucho tiempo. Pienso que algún día seremos protagonistas de un cuento tuyo adaptado a la pantalla. Pienso en un espectáculo de fuegos artificiales. Pienso en una playa vista a través de tus ojos. Pienso en tus ojos cuando dices te quiero. Pienso en te quieros robados, prestados y gritados por altavoces en conciertos. Pienso en ti gritando mi nombre en otras ciudades. Pienso en ciudades con calles que llevan tu nombre. Pienso en tu nombre en canciones que huelen a espera y a encuentro. Pienso en tus infinitos olores y en el que los supera todos. Pienso en unos guantes que me oprimieron las manos. Pienso en ti, ahogándome y salvándome la vida. Pienso en futuro y pienso en verso. Pienso en un libro escrito a medias. Pienso en cómo encajamos piezas. Pienso que me completas. Pienso que eres mi mitad.

    domingo, marzo 12, 2006

    Le Mari de la Coiffeuse


    ... y yo entendí que no existía nada más allá de su contorno, que nunca sería feliz fuera de sus límites. Comprendí que hay imágenes en sus ojos que irían cambiando con el paso del tiempo y yo sólo quería congelar ese instante para siempre.

    miércoles, marzo 08, 2006

    Adoro que tus líneas de fuga me lleven a tus ojos
    y que te encanten los míos, me gusta.

    He visto un cuchillo atravesando dos corazones a punto de estallar

    Estoy enganchada a ti, atrapada en ti, hundida. Has cosido mis labios a tus manos y ya no hay cicatrices ni puntos de sutura.

    Estoy enredada en ti, agarrada a ti, clavada. Has cambiado los colores de mis ojos y ya nada tiene la misma composición ni perspectiva.

    domingo, marzo 05, 2006

    Declaración de intenciones

    Voy a darte mi vida,
    que es todo lo que tengo.
    Voy a hacerte feliz.
    Voy a abrirme en canal.
    Voy a darte la vida,
    que es todo lo que puedo darte.
    Voy a abrazarte hasta romperte las costillas.
    Voy a quererte siempre.
    Voy a comer contigo.
    Te voy a alimentar.
    Voy a darte la mano.
    Voy a recogerte del suelo.
    Voy a ofrecerte el aire.
    Voy a besarte siempre.
    Voy a darte mis labios.
    Voy a quedarme contigo.
    Voy a cuidar de ti.
    Voy a protegerte del invierno.
    Voy a mirarte a los ojos.
    Te voy a comer los ojos.
    Voy a hacerte una habitación en mis caderas.

    Voy a volarte el corazón.

    martes, febrero 28, 2006

    Misunderstood

    1. Yo te dije te adoro y tú no supiste escucharlo.
    2. Estudié en el periódico los anuncios de intérpretes.
    3. Contratamos a un tipo que hablaba seis idiomas.
    4. Te amo -te dije. Te quiere -dijo el traductor. Me gustas -entendiste.
    5. Eres insoportable -respondiste. Te quiere -dijo el traductor. Te amo-entendí.
    6. Despedimos al traductor por no valorar el verbo querer, por no comprender el verbo amar, por ser incapaz de traducir miradas.
    7. Y como no supimos escucharnos, ni vernos, ni hacernos entender, te di la mano creyendo que me amabas y tú seguiste el juego porque no tenías nada mejor que hacer.

    Taking a break from the crowded and hot karaoke room, Charlotte sits for a break alone on a bench in the bright hallway. It is quiet with just the muffled sound of music from the karaoke room. She's wearing a pink geisha wig. Bob sits down next to her.
    Charlotte lights her cigarette with some crazy Japanese light up lighter.
    She leans her head back-it's getting too heavy.
    She looks at his hands.
    CHARLOTTE
    You bite your nails?
    He nods
    CHARLOTTE (CONT'D)
    I could cut the ones that are left for you.
    BOB
    Ok.

    domingo, febrero 26, 2006

    Todo

    ... lo tiene todo porque lo ocupa todo porque lo llena todo porque lo abarca todo porque lo sabe todo porque lo cuida todo porque lo entiende todo porque lo incendia todo porque lo admira todo porque lo aprende todo porque lo entrega todo porque lo acepta todo porque lo quiere todo porque lo gana todo porque lo besa todo porque lo cambia todo porque desborda todo porque lo quiero...

    martes, febrero 21, 2006

    A mi valiente...

    Ella es una heroína de los cuentos antiguos, de esos que ya no se escriben por falta de personajes destacables. Ella poblaba historias de combates continuos y luchaba sin armas entregando su vida. No hubo rival tan fuerte como para tirarla al suelo. Tampoco lágrimas tan poderosas como para vencerla. Siguió en pie. Buscaba en diccionarios la palabra derrota y decidió que adelante le iba más a su cara. Ahora hay cicatrices tatuando su cuerpo, marcas sobre su piel que gritaba de miedo. Hubo llanto y temor, hubo huídas, pero hubo también tantas ganas y tanta fuerza y tanto camino por delante...

    domingo, febrero 19, 2006

    Lecturas...

    Eres un libro de mil quinientas hojas con las páginas finales arrancadas. Yo quiero leerte desde que vi la portada pero conseguiste engancharme cuando me encontré el índice. Voy señalando mi lectura con marcadores de besos. Me voy perdiendo en capítulos nunca antes pensados. Me gusta tu manera de hacer bailar las palabras y la forma en que conjugas los verbos que te inventas. No pienso dejarte a la mitad. Voy a leerte entero y, cuando descubra que has perdido el último capítulo, te ayudaré a buscarlo o escribiremos juntos uno nuevo. Podemos llegar a las quinientas mil, si quieres. Yo ya tengo los dedos preparados y el bote de tinta china en la mesilla.

    sábado, febrero 18, 2006

    Some Like it Hot... adoro esta película


    OSGOOD
    I called Mama - she was so happy she cried - she wants you to have her wedding gown - it's white lace.
    JERRY (steeling himself)
    Osgood - I can't get married in your mother's dress. She and I - we' not built the same way. OSGOOD
    We can have it altered.
    JERRY (firmly)
    Oh, no you don't! Look, Osgood - I'm going to level with you. We can't get married at all.
    OSGOOD
    Why not?
    JERRY
    Well, to begin with, I'm not a natural blonde.
    OSGOOD (tolerantly)
    It doesn't matter.
    JERRY
    And I smoke. I smoke all the time.
    OSGOOD
    I don't care.
    JERRY
    And I have a terrible past. For three years now, I've been living with a saxophone player.
    OSGOOD
    I forgive you.
    JERRY (with growing desperation)
    And I can never have children.
    OSGOOD
    We'll adopt some.
    JERRY
    But you don't understand! (he rips off his wig; in a male voice) I'm a MAN!
    OSGOOD (oblivious)
    Well - nobody's perfect.

    miércoles, febrero 15, 2006

    Palabras

    Tenías razón: hay besos infinitos y hay historias circulares que se juntan en dos labios que se beben.

    Yo te dije un día que te fueras lejos. Dibujé un mapa en una servilleta de papel. Marqué en rojo el camino que debiste haber tomado. Pensaba que eras experto en trazados, alzados y planos cenitales.

    Tú me dijiste un día que te irías lejos. Compraste un billete de avión hacia ninguna parte. Te escupían palabras en idiomas extraños y tú sobrevivías devorando canciones montado en bicicleta.

    Yo te dije que no quería saber nada de ti pero seguí buscándote en mis paredes. Entendí que hay lugares que no pueden ser pisados si no iban mis pies de la mano de los tuyos.

    Tú me dijiste que me recordarías siempre. Apuntabas recuerdos en billetes de metro y de autobuses rojos cuando te sentías solo y sólo querías abrazarme fuerte.

    Nos dijimos tantas cosas que agotamos diccionarios, desgastamos las manos y los ojos y la piel... ahora podemos acabar con los letreros de neón de esta ciudad sin nombre.

    martes, febrero 14, 2006

    Haciendo películas

    Voy a dejar que seas el Director de Fotografía de nuestra historia.
    Voy a dejarte porque me gusta cómo queda la luz a través de tu lente -y porque me ha emocionado esa composición de líneas verticales y oblícuas que se cruzan-.
    Quiero hacer una película contigo cada año para que puedas construir los decorados con las manos, haciendo emerger el mundo de la nada, como siempre.
    No quiero premios ni falsas ovaciones. Quiero lágrimas en los ojos y brillo -y estómagos anudados y sedientos-.
    Yo escribiré el guión a golpe de canciones, de paseos nocturnos y labios olvidados por tu cuello. Y dejaré que tú elijas el encuadre, lo que puede y lo que no puede verse, el color del cielo que nos cubrió aquel día y si la cámara se queda quieta o nos envuelve.

    domingo, febrero 12, 2006

    Escogió al pianista. Sólo para que le tocara en los brazos y en el vientre las piezas que soñó escuchar un día. Tenía las manos perfectas y el ritmo preciso y repetía con insistencia la partitura adecuada. Ella ponía las teclas blancas, y las negras, y él jugaba a hundirlas en su piel.
    Empujaba con mimo sus dedos hasta hacerla sonar.
    Viajaron juntos por todo el mundo. Sólo para poner algo de música en sus calles, para darle luz a tanto laberinto oscuro y frío. Ella se tumbaba en el suelo. Él a su lado, a la altura de su cadera. Se miraban y él le extraía una canción. La gente se agolpaba a escucharlos por si la melodía podía clavárseles a ellos también. Pero no. Es de dos esto de hacer música. A los que están al otro lado sólo se les permite buscar pianista/piano para hacerles competencia.

    jueves, febrero 09, 2006

    Le encanta cuando la guerra es cosa de luces. La luz de los edificios y la última luz del sol. Los instantes de la tarde en que éste pierde su fuerza y los letreros luminosos y bombillas sacan sus armas.

    El astro rey está cansado de brillar, pero aún le quedan muchas cosas por decir. Quiere gritar, por ejemplo, que nadie iluminará tus ojos como él, que nadie te hará tan bella.

    Las fachadas de las casas y oficinas de Madrid empiezan a echarle en falta. Activan luz eléctrica y la sacan de paseo. Quieren hacerle rabiar. Poder decirle que te iluminan de noche, en la cama, cuando pierdes la cabeza entre sus brazos. Que no hay mayor mérito que ese, poder guiarte donde tus ojos se quedan en negro y duele.
    La noche por fin se calma a las tres de la mañana, cuando duermes. Cuando el sol es sólo un recuerdo y sobran la electricidad y las palabras.

    miércoles, febrero 08, 2006

    ADAPTATION
    by Charlie Kaufman and Donald Kaufman

















    KAUFMAN
    I wasted it. I admire you, Donald,
    y'know? I spend my whole life paralyzed
    worrying what people think of me and you -
    - you're just oblivious.

    DONALD
    I'm not oblivious.

    KAUFMAN
    No, you don't understand. I say that as
    a compliment. I really do.
    (beat)
    There was this time in high school. I
    was watching you out the library window.
    You were talking to Sarah Marsh.

    DONALD
    Oh, God. I was so in love with her.

    KAUFMAN
    I know. And you were flirting with her.
    And she was really sweet to you.

    DONALD
    I remember that.

    KAUFMAN
    Then when you walked away, she started
    making fun of you with Kim Canetti. It
    was like they were laughing at me. You
    didn't know at all. You seemed so happy.

    DONALD
    I knew. I heard them.

    KAUFMAN
    How come you looked so happy?

    DONALD
    I loved Sarah, Charles. It was mine,
    that love. I owned it. Even Sarah
    didn't have the right to take it away. I
    can love whoever I want.

    KAUFMAN
    She thought you were pathetic.

    DONALD
    That was her business, not mine. You are
    what you love, not what loves you.
    That's what I decided a long time ago.

    martes, febrero 07, 2006

    Te miraba los zapatos por no mirarte la cara; por no leerte en tus ojos te descifraba en tus huellas...


    Siento que desgastaras tus suelas al recorrerme.

    lunes, febrero 06, 2006



    Me gusta el cielo a medio gas, con telarañas de ramas enredándose entre las nubes, intentando trepar a tu ventana para arrancarte la pena y estallarte el corazón. Visto así, es una mezcla de algodón o terciopelo con afiladas garras: pequeñas pelusas con alfileres. Como mis dedos, que te buscan con ansia y desesperación, a medio camino entre la caricia y el desgarro.

    domingo, febrero 05, 2006



    Hoy el cielo era más gris de lo normal. La neblina escandalosa nos congeló el desayuno. Aún así quisimos ir a visitar el cementerio, el más famoso de París, tumba de genios como Oscar Wilde, Voltaire o mi admirado Max Ernst.

    Pasear por allí era transportarte a una película de Tim Burton, a un Sleepy Hollow en medio de la capital francesa. Era demasiado temprano para tan poca luz, para tanta atmósfera envolvente y misteriosa.

    Los pequeños caminos que dejamos a la espalda avisaban de que aún quedaba menos trayecto por recorrer. Por fin cumplimos nuestro propósito y dejamos un papelito en la tumba de Wilde. Para que lo lea si se despierta. Quién sabe.

    Pero lo que más me llamó la atención fue esta tumba inquietante de una madre y su hija. Me quedé al otro lado del sendero con la cámara en la mano, con una especie de tristeza y conmoción. Una niña que besa a su madre corona el féretro. Una esposa y madre ejemplar. Creo que no he visto nada tan bonito. Wilde estará contento de ver tantas palabras de cariño y admiración pero apuesto a que esa mujer no murió del todo cuando sintió aquel beso.


    viernes, febrero 03, 2006


    Stop this day and night with me and you shall possess
    the origin of all poems,
    You shall possess the good of the earth and sun...
    there are many millions of suns left,
    You shall no longer take things at second or third hand...
    nor look through the eyes of the dead,
    nor feed on the spectres in books.
    You shall not look through my eyes either,
    nor take things from me.
    You shall listen to all sides and filter them for yourself.

    Walt Whitman

    jueves, febrero 02, 2006

    "A Paris, la tentation revêt une tout autre dimension etrê capable de résister a sa sensualité, c'est etrê déjà mort"

    Jaques Riboux

    Hay fotografías que no se olvidan, que se cosen a la piel, que se hacen con los ojos. Composiciones perfectas de lugares imposibles, de colores irreales y juegos de artificio. Hay ciudades con encanto y ciudades encantadas y camas que sólo se deshacen y emborrachan viajeros. Yo quiero una habitación al lado izquierdo del Sena con ventanales abiertos a la luz de esta ciudad que no es más que una película de los sesenta.

    Entrar en ella, en sus títulos de crédito, es cerrar los ojos a la palabra fin.


    sábado, enero 28, 2006

    Tantos años son muchos para aprender a olvidarte. Muchos años, tantos, para borrar tus huellas. Pero no suficientes para quitarme las ganas y esta inquieta obsesión por recordar tu nombre...

    Después de tantos años, de tanto amor y tanto no querernos, me reúno contigo en esta noche oxidada para contar estrellas y mentiras y volvernos a mirar sin reparar en los ojos.

    Han pasado exactamente diez mil trescientas mañanas desde que te fuiste. Sin desayuno en la cama ni balcón al que asomarme.
    Hemos cometido más de tres asesinatos seguidos, nos hemos clavado dagas y puñales; hemos derramado sangre y trapos sucios y aprendido a sobrevivirnos y olvidarnos sin olvidarnos del todo.

    Han pasado por tu cama más de cinco mujeres sin dejar en el colchón más que sábanas sucias. No diré cuántos hombres han besado mi espalda pero sí cuántos han conseguido que les bese la suya.
    Sólo tú.

    Después de tanto alcohol y tanto jazz borracho, vuelves a mí esta noche para curar heridas.
    Ha hecho mucho frío en el cielo este invierno y vienes a buscarme pistas de aterrizaje sin olvidar que, aunque concilié el sueño, jamás logré recuperar sus plurales.

    viernes, enero 27, 2006

    Y voy a ser tuyo siempre era la única frase que salía de sus bocas...

    Se citaban cada noche a las 3 de la mañana en el kilómetro nomeacuerdo de la carretera de la playa. Había un hotel pequeño con trece habitaciones y ellos siempre reservaban la del pasillo de en medio. La que tenía sábanas blancas y el colchón menos hundido.
    Se bebían por dentro. Se desgastaban el alma. No había palabras. Sólo manos, labios y sudor. Parecían querer decir quiéreme como si fuera la última vez que me miraras, pero sabían que la noche siguiente tendría el mismo escenario. Sólo necesitaban oír el tuyo siempre, aunque no hubiera amor, ni música, ni algo de abrigo. Sólo sexo. Sólo dos cuerpos adictos el uno al otro. Dos enfermos mentales cuya vida dependía de escuchar esas palabras y creerlas. Sabían que no era verdad, pero necesitaban agarrarse a algo con fuerza y dejarse las uñas. Necesitaban sentirse imprescindibles unas horas. Poder pensar si esta noche no aparezco, el otro se muere. No sabían sus nombres. Tan sólo habían aprendido el tamaño de sus pies, la longitud de sus brazos, la distancia del ombligo al hombro izquierdo. Sólo geografía básica para sobrevivir en noches cerradas y congelacorazones. Para poder despertar al día siguiente y seguir vivos.

    jueves, enero 26, 2006



    Te quiero
    Lo sé
    He dicho que te quiero
    Ya te he oído
    ¿Te da igual?
    No, claro que no
    ¿Entonces?
    Que ya sé que me quieres
    No, no lo sabes, no te haces ni idea
    Sí, ya me lo has dicho más veces
    Esta es diferente
    ¿Diferente?
    Sí. Hoy te quiero de verdad
    ¿Y antes?
    Antes te quería como he querido a cualquiera. Como he querido a todos a los que he querido. Exactamente igual. Mucho. Muy fuerte. Pero no como hoy.
    ¿Y cómo me quieres hoy?
    Hoy te quiero desde dentro.
    ¿Qué quieres decir?
    Quiero decir que con todo lo que me hace ser te quiero. Que te quieren mis manos, mis ojos, mis rodillas. Que te quiere mi endodermis, mis pulmones. Que te quiere mi cerebro y mis pestañas. Que mis empeines te quieren. Y mi sangre. Y el aparato digestivo te quiere (comer), y mi espalda te quiere (mecer) y mis dedos te quieren (besar). Que se me hacen tres nudos cada vez que te veo. En el pelo, en la garganta y en el vientre. Y alguno más, para qué engañarnos. Y mi mente te quiere, y mis sueños. Que te quiere mi cuello y mis lunares. Y mi ombligo te quiere, y mis entrañas. Y que mis codos y muñecas también. Que te quieren.
    Y él no supo qué decir y prefirió mirarla, esperando que sus ojos llegaran donde no le alcanzaba la voz.

    miércoles, enero 25, 2006

    En la ciudad de los poetas la noticia del día es el asalto al Banco de Palabras. Se han quedado huérfanos de versos, de estrofas y quizá hasta de poemas.

    Cincuenta sacos grandes cargados de significantes. Una furgoneta negra y un ladrón despiadado.


    El cuerpo de policía –novelistas, ensayistas y columnistas de contraportadas de fin de semana- investiga el caso. Ya han interrogado a la tercera parte de la población. Ni rastro. Algunos dicen que vieron alejarse el vehículo a doscientos por hora. Pero los cristales blindados les impidieron ver quién conducía.

    Se ofrece una recompensa suculenta: todas las páginas escritas en la ciudad hasta la fecha.

    [He perpetrado el atraco perfecto. La justa cantidad de letras para doblar el volumen publicado]

    martes, enero 24, 2006

    Puedes
    Puedes buscarme los puntos cardinales, las risas que me guardo, las cosas que no digo. Tienes permiso para explorarme los lunares, las costillas, los bolsillos y el quicio de la boca.

    Quiero
    A cambio pido una canción, tres poemas, cuatro besos y dos abrazos fuertes. Eso es todo. Eso y olvidar qué es el miedo, la duda, el vacío y todas esas películas que no nos dicen nada.

    domingo, enero 22, 2006


    Jesse: I feel like if someone were to touch me, I'd dissolve into molecules.



    [Some time and words later]




    Celine: So, I want to try something.

    Jesse: What?

    Celine: [hugs him] I want to see if you stay together or if you dissolve into molecules.

    Jesse: How'm I doing?

    Celine: Still here.

    Jesse: Good, I like being here.





    Come Here


    De la película Before Sunset (Antes del Atardecer)

    Si sonríes con la boca, quizá te cuente un cuento. De esos que se cuentan a las tres de la mañana cuando hace mucho frío fuera y prefieres un vaso de leche caliente.
    Si sonríes con los ojos, prometo que te escribo un libro. De esos que llevo queriendo escribir desde que te conozco. Desde que me vienes empujando las palabras.

    Que contigo todos los significados son connotativos y todas las imágenes me llevan a tu espalda. Que ya he tirado diccionarios para buscar entre tus páginas.

    viernes, enero 20, 2006

    Serán tus ojos, amor, o la factura que me pasas por mirarlos. Yo ya no sé si me sale más caro dejar de verlos y pagarme el ataúd.


    "La casa como barco
    en alta mar de junio.
    Las calles como trenes
    de noche sosegada.
    Estas cosas no pasan en el mundo.
    Estoy por afirmar
    que ahora vivo en un libro de poemas.
    Pero si tú me miras,
    decidida a existir
    desde el fondo templado de tus ojos,
    también existe el mundo.
    Y muy probablemente
    yo acabaré por existir contigo*"


    Uno existe cuando otro lo mira. Yo existo, por ejemplo, porque tú tienes ojos con los que mirarme y manos con las que tocarme, y todos esos sentidos que me callo por falta de espacio y tiempo. Del mismo modo existen todas las cosas de este mundo. Los sentidos son imprescindibles. Pero no cada uno de ellos en sí mismo sino el hecho de ser capaz de sentir, de entender el mundo sensible. Si te faltan los ojos algún día (quizá te los arranque un envidioso), puedes mirarme con la piel. No esa que expones al humo y la contaminación sino la que está por debajo. O incluso, puedes echar mano de los ojos que te guardas. Los que habitan en tus profundidades, los que tienes de reserva y atraviesan superficies opacas sin problemas de reflexión. No me olvido de la voz. Nadie puede ahogármela pero sí hundirla un poco, dejarla medio muerta sin rumbo que seguir. Para eso estás tú. Puedes sentarte a mi lado y prestarme tus oídos. O bien, si lo prefieres, puedes estar lejos pero atento, y yo sabré que me escuchas. No creas que sólo yo existo porque tú me sientes. Recuerda que tus sentidos dependen de mi existencia. ¿Qué mirarán tus ojos si yo falto un día? Nada, mi amor. Se quedarán vacíos. Perderán su brillo, su color. Morirán como morirá cada uno de tus otros sentidos. Serás incapaz de sentir. Serás inerte. Pobre de ti. Volverse inerte es todavía peor que dejar de existir.
    * Disciplina Secreta (Luis García Montero)