martes, octubre 18, 2005

ÉRASE UNA VEZ...
Era roja y brillante. Como tus labios. Y me supo a tu boca. No sabría explicarlo. Nunca supe describir sabores. Como aquella vez que tú me preguntaste por mi irresponsable adicción a la canela. Se me antojaba tan apetecible que no pude resistir la tentación. Como la de besarte los labios. Y como a tu boca le pegué un mordisco lento y suave. Y no vino a rescatarme ningún príncipe azul. Esta vez tampoco.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Las bocas normalmente saben mejor que las manzanas, aunque claro, depende de que boca y de que manzana.

Raul dijo...

Ya sé lo que pasa. Es la luna. Acércate y pídele que te cuente un cuento; es anciana, y ha visto muchas cosas. Y aunque no haya vivido ninguna de sus historias, puede hablarte de príncipes de canela, de manzanas azules, y de besos envenenados.

Darko dijo...

Detrás de esa misma manzana hay muchas más historias de las que crees... desde el hombre que plantó el arbol, pasando por quien la recogió, hasta el amable frutero que te la vendió... ¿y que me dices de las personas que te cruzaste al ir al mercado a comprarla? ¿por qué esperar a ningún príncipe de ficción?
Las pasiones están ahí fuera, esperándote, sólo tienes que decir que sí....¿quién sabe lo que te espera mañana al volver a comprar una manzana?
Un abrazo.

no_se_es dijo...

Tarta de Manzana
250 gr. de hojaldre fresco de una mañana, Canela ;), 250 gr. de mermelada de sus labios, 2 manzanas rojas besables.
Hacer la pasta de medio hojaldre con las manos, estirarla sobre el frío mármol del ayer espolvoreado con la harina de tu corazón blanco. Colocarla en el molde. Cubrir con la mermelada de sus labios, aromatizándola con la canela. Pelar las manzanas besables y cortarlas finitas en forma de medias lunas; colocar suavemente por encima de la tarta.
Meter en el horno y dejar cocer a bastante temperatura durante 25 ó 30 minutos. Cuando esté en su punto retirar del horno y untar la superficie con una capa fina de mermelada de sus labios.

Se recomienda tomarla en compañía , y si no fuese posible, acompañarla al menos con un buen vino soñador.

yai dijo...

Voy a copiar la receta de fer si no te importa
érase una vez una manzana roja con nombre...sin boca, sin príncipe, al menos no azul...
Besitos!!!

Anónimo dijo...

Me dieron ganas de comerme un< manzana al leerte. A ver si así aparece una princesa o al menos una idea vestida de palacio.

Por cierto,siento que tardara tanto en abrirse la pagina. Lo bueno suele hacerse esperar...jijijiji.

Un abrazote!

alZhu dijo...

Gracias a todos :) Os voy a confesar una cosa... la foto es premeditada. No me gustan las manzanas rojas, sólo las amarillas. La vi en el supermercado y me enamoré de ella, tan brillante... y sentí el impulso de hacerme una foto con ella. Me guiñó el ojo.

demoniostusojos dijo...

Ja, ja, ja...maldita exhibicionista, sabía que era un farol...No pueden gustarte las manzanas rojas; las que saben a beso son las amarillas -dulces o agrias, con mil texturas y matices.
Por cierto, ¿nadie se ha fijado?, bueno...lo diré yo: ¡bonitos ojos, demonios!

kay dijo...

a mí son las que más me gustan, las rojas. Imagino que es porque tengo una tendencia irremediable de hayarme dentro de un cuento

kay dijo...

marta, hallarme!!!!???