lunes, octubre 03, 2005

Hoy me he escondido por el centro un rato. Lo justo para perderme de vista a mí misma. Que ya estoy cansada de mí y de ti y de todos vosotros. Pero, sobre todo, he querido sentirme un puntito más en el mapa, un toque verde y fucsia en medio de una mancha de color. He mirado a los ojos de la gente. He tomado notas [La chica que se sentó a mi lado en el vagón estaba triste y la de enfrente descubrió que yo también lo estaba]. Luego deambulé por el centro comercial. Subí y bajé las mismas escaleras varias veces. Sólo hasta que averigüé qué hacía allí. Nada, pensé. Luego lo recordé y tuve que volver de nuevo. El pañuelo, al principio imprescindible, comenzó a oprimirme el cuello. Casi lo hizo con la fuerza de tus manos. Me lo arranqué en un ataque de histeria y comprobé las heridas que había dejado en mi piel. Aún me duele. Nadie se percató. Podría haberme muerto allí mismo en ese momento. Podría hacerlo aquí ahora. Qué más da. Sólo soy un puntito más en el mapa. Eso sí, verde y fucsia.

4 comentarios:

ayn dijo...

...y deambulas, mirando a los ojos a la gente, a ver si encuentras el brillo que necesitas; recorres espacios de metro vacíos, esperando que por lo menos te atienda el atracador; sentada en el suelo, vislumbras otro punto de vista, descubierto por ti, quieres contarlo...
resulta que en ese momento las bufandas te ahogan, la sangre que corre del antebrazo a los dedos, la ves fluir a borbotones de tu muñeca para ,así, dar color a tu existencia,...
pero si hubieras muerto, muchos habrían desaparecido contigo. efecto mariposa.
algunos son lo que tu has dicho que sean, y sin ti, no tienen sentido.
a lo mejor eres sólo un "puntito verde y fucsia"; sucede que esa insignificancia, es cómo la clorofila que nutre la planta, lo es todo.

kay dijo...

hoy he salido de mi caparazón un rato. ayer lloré mucho; lloré por dentro y por fuera. por dentro me arañé vengándome de mi corazón, y por fuera, rompí el espejo en el que te miraba mientras cantabas bossa nova de lástima en do menor.

sentirse lastimada es menos triste que darse lástima
y duele más cuando te abrazan más de 5 pares de brazos que te quieren, y lo sabes.
pero también sabes que les pareces una niña triste que se esconde detrás y entre calles del centro; y en este caso, hablamos de azul cielo: siempre ha sido mi color favorito

pd: Radio3 es una delicia a estas horas. se me había olvidado que quiero ser música de mayor, detrás de un micro. exactamente como tú

Anónimo dijo...

A veces funciona dejar de pensar. Por unos instantes. Y ser solo color. Cualquier color. El verde y fucsia riman con las cuerdas de los violines de Covent Garden. Al fondo, suena tu voz. Algo más que un puntito en el mapa. La voz tiene gran alcace. Propaga la esencia...

demoniostusojos dijo...

Sé de alguien que busca puntitos rojos con Google Earth.
Pasaba por aquí y me llamó la atención este nombre con frase de película de Medem: cómeme el corazón.
¿Puedo quedarme un ratito?