Me regaló un corazón de piruleta, de esos que significan gastar y deshacerse. No me duró más de unos minutos pero fui la mujer más feliz del mundo durante ese tiempo. Mi madre solía decirme que no me impacientara y aprendiera a saborear las cosas en vez de engullirlas. Pero a mí no me ensañaban las palabras sino la instantánea de aquel palito blanco ahora desnudo. Lo guardé en el bolsillo, como esperando que tu corazón volviera de mi estómago y se clavara en él de nuevo. Pero nunca lo hizo. Me había comido el corazón sin ser consciente de ello, sin pensar en que todo lo que regalas se acaba un día. Como esa canción que me dedicaste una tarde en el parque de los laberintos. Como esas fotografías que han perdido los paisajes. Como tu portazo ha dejado de retumbar en mis oídos. Como todo tú, que al irte, se ha ido tu corazón. Me lo he comido.
domingo, diciembre 04, 2005
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7 comentarios:
Qué linda puedes llegar a ser...
Un corazón fagotizado es algo extraño, pero hermoso; deja de ser de una paersona para pasar a formar parte de otra. Es bonito, pero triste.
Como casi todo lo que merece la pena...
"bonito pero triste como todo lo que merece la pena", por eso entristece decir te quiero; por no querer que la piruleta con la que se juega se parta por la acústica de las miradas y el timbre de los abrazos...
Precioso, como todo. Sabes? Siempre muerdo las piruletas y destrozo el corazón del primer mordisco, y lo sé, préstamo o regalo del todo, pero una vez en mis manos, lo destruyo para que nadie más pueda romperlo... Es una de mis tragedias ;)
Besos desde algún sitio en mitad de ninguna parte...
Conocí a alguien que se comió mi corazón y despues se rascó las orejas con el palo.
Tres años deambulando como un zombi con un hueco por corazón.
Pero el corazón es como el rabo de lagartija. Vuelve a crecer.
Bonito post. Bonito blog.
Qupongo que a veces confundimos engullir con saborear y acabamos llamándolo a todo comer. Tal vez depende del corazón que te regalen (o que robes...) la manera de poder comérselo. En cualquier caso, yo también habría guardado en el bolsillo ese palo desnudo de corazón de piruleta. Muy bonito, también triste. Quizá por eso más bonito aún... :)
besos
¿Se podrán regurgitar los corazones? Si me comí alguno fue sin querer, lo juro. Ahora los vomitaría todos, hasta el mío. Para renovar la flora intestinal. Para retomar aire, que me ahogo de vacío.
Un abrazo fuerte y rojo
Me encanta el titulo de tu blog, siempre que oigo eso de "comeme el corazón" lo asocie con Tierra, Silke se lo dice a Carmelo Gomez en esa peli de Medem y siempre me ha gustado...
Ñam, ñam...
No sabes lo mucho q te entiendo.. cuantas veces he engullido las cosas, sin disfrutarlas?? besos y como siempre linda forma de decirlo... besos
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