domingo, noviembre 27, 2005

Se sentía como una muñeca en un escaparate con luces de neón. Todos observaban cada movimiento que hacía. Les resultaba imposible dejar de mirarla y ella veía cómo movían los labios. Pero no escuchaba nada salvo el silencio aterrador de lo que dejaba a su espalda.
Él pasaba cada día, como el resto, sólo por verla. Cambiaba el recorrido hacia su casa para mirarle a los ojos unos instantes. No se atrevía a más. Bastante observada debe sentirse, pensaba. Y caminaba escuchando canciones que soñaba pronunciar algún día. Ella nunca se dio cuenta. Expuesta ante miradas feroces y palabras puntiagudas, a veces cerraba los ojos para permitirse un trocito de sueño. Pensaba en arco iris y en montañas mágicas. Pensaba en abrazos algodonados y besos de verdad. Mientras tanto, esperaba que algún hambriento pasara a buscarla y le despertara del sueño al que intentaba escapar.
Algunos transeúntes sólo se reían. Parecían divertirse como se divierten viendo un concurso de televisión. En realidad, ella era consciente de que no era más que una marioneta de un teatrillo barato. Para él, sin embargo, era la princesa encerrada, capaz de convertir los barrotes en helado de fresa. Y es que él la veía con ese velo rojo que vuelca corazones al borde del suicidio. Ella, para él, era el policía que te salva del salto.
Pero nunca se dio cuenta. Nunca encontró un motivo para huir de ese infierno donde nunca sale el sol pero hace frío. Porque él, en su egoísmo, nunca se atrevió a devolverle el favor. Disfrutaba observándola, como hacían todos. No se dio cuenta de que, para ella, el brillo en unas retinas no le hacía feliz. Nunca acudió a rescatarla. Un día, se cayó el velo y observó aterrorizado que los cristales estaban teñidos de ese mismo color.

7 comentarios:

Aura dijo...

Hay quienes miran, y quienes se exponen y se arriesgan a quedarse incomunicados en la pasión que muerde.
"El amor es una enfermedad contagiosa que vuelve frenéticos a quienes la sufren"

Un abrazo.

:)

Anónimo dijo...

...yo también paso todos los días buscándola, solo para cruzar mi mirada con sus ojos y saber si todavía me ama. Pero no la puedo tender salidas de emergencia porque hace tiempo le regalé puertas cerradas y me quedé sin derecho a hacerlo... Ojalá se de cuenta de que no es marioneta; ojalá llegue a ser feliz...

E dijo...

Me gustan tus historias de colores. Hoy está siendo un lunes rojo y esto lo complementa.

Un beso rompe-cristales

kay dijo...

detrás de barrotes de chocolate toscano... detrás de rosas amarillas de infidelidades-sabes-una-cosa-no-me-importa, viendo derretirse el chocolate por el calor del verano, nadando en gelatina de frambuesa, siempre asfixiante y empalagosa,
mintiendo, mintiendo, resolviendo como si nunca hubiéramos saboreado el chocolate con frambuesa...
Se me llena la boca de extraños cuando lo recuerdo
Me gusta el texto

Raul dijo...

¿Miedo? ¿Debilidad? ¿Cobardía?

¿Y por qué siempre hay que esperar a que sea realmente imposible? ¿Por qué ha de pasarse la manzana antes de que la mordamos?

Las manzanas quieren ser mordidas, comidas, y nosotros queremos comer; pero una manzana de plástico en el bol del comedor ¿no anhela ser mordida también?

fj dijo...

no hay nada q decir ante el espejo de unos ojos cerrados

(Desfile de gaviotas.- Carlos Chaouen)

Tampoco es fácil encontrar palabras para describir tus textos... fantástica historia.

un saludo

Anónimo dijo...

es muy bueno el texto.. impresionante... de verdad hay alguien para salvarnos...? espero q el mio no se quede solo mirando.. besos