viernes, noviembre 04, 2005

Tú no decías te echo de menos sino te echo en falta. Tampoco me dabas besos normales ni me cogías la mano como lo hacen los novios de las demás. Ya no recuerdo la primera vez que escupiste un te quiero pero recuerdo que el resto vinieron en las voces de otros, arropadas por acordes inventados. Tú no me dabas abrazos, me abrazabas por dentro. Te comías mis entrañas en el desayuno y esperabas hambriento la cena. Yo no tenía más que ofrecerte que un poema de amor escrito en una servilleta, una entrada de cine, una mirada a tiempo. Pero además te di una noche de lluvia, una mañana de sol, una fotografía en blanco y negro. Una despedida fácil.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es mucho lo q diste, quizás más de lo q merecía.. pr es bueno pq demuestra tu capacidad de dar..
Besos.
PD: Kurdo te ha dedicado un precioso post.. deberías leerlo.. besos grandes

kay dijo...

sigue dándolo pequeña, por lo menos yo le robo a él tus despedidas fáciles, es que me ha encantado cómo lo has dicho

no_se_es dijo...

dar lo que uno siente, es para estar tranquilo/a con uno mismo,..si no recibías nada o poco a cambio.. eso duele más. Nadie nos dijo que la vida fuese justa.
ánimo.

fj dijo...

una despedida fácil? vaya, creí q esas cosas no existían... precioso texto

Darko dijo...

Es increíble, después de leerte no sé si todo esto era agradable o no para ti... como siempre, una sorpresa tus posts, un placer leerte.

Anónimo dijo...

Cada vez me gusta más lo que leo por aquí. Y encima Medem rebosando por cada letras. Curioso lugar! sin duda volveré! Un Abrazo!