jueves, septiembre 22, 2005

No sé qué hacer contigo. No bastó que te arrancara la lengua de un mordisco. No te fue suficiente. Ahora quieres también que te ampute los dedos. Los ojos te los perdono para que veas cómo acabo contigo. Es mi dulce venganza por quitarme la vida.

4 comentarios:

ayn dijo...

...si fuera yo, le mostraría todo lo sádica que puedes llegar a ser, arrancándole la piel del alma en jirones de blanco acero;
si fuera yo, le haría evidente lo increible (o no) que eres, para que en su error, se de cuenta de lo que perdió, y entonces, doblemente muriendo, pueda saltar con excusa;
si fuera yo, también le arrancaba los ojos, porque no creo que se merezca seguir mirándote, ni en su salvapantallas;
pero si fuera yo, entonces sí, le obligaba a ver como amas a otro hombre. Que no le quede duda de que lo vuestro acabó.

si fuera...yo

kay dijo...

ójala hubiera echado yo ese valor
te admiro a medias, yo no me puedo arrancar el corazón...
te he escrito una carta esta tarde

kay dijo...

jajaja, esq es de coña un poco lo universal de las historias. pero algunas acaban en tragedia y otras en drama, es la única diferencia
qué grande, Dante

ayn dijo...

kayser, no todas las "historias" son así. en realidad, ninguna tiene porqué ser de ese modo. la tragedia, la comedia, el drama, lo alegre,..., son las distintas "fachadas" con las que nos gusta decorar las cosas. depende de como lo quiera ver y sentir cada uno. tú misma, a veces usas una y en ocasiones otra...

lo cual no quita que Dante sea grande... ni Kipling, ni Whitman, ni Baudelaire, ni Salinas, ni...