domingo, septiembre 11, 2005

Fue un instante. Me agarró por dentro, fuerte. Me llegó al alma. Un instante, no más. Me embriagó. Me llenó. Cubrió mis rincones. Un instante tan sólo. No duró más que una canción y unas palabras al oído.

1 comentario:

kay dijo...

¿Acaso no es el tiempo justo?
No... cierto. Disculpa. Lo suyo es una eternidad. Cuando merece la pena, es lo que dura ;)