martes, febrero 21, 2006

A mi valiente...

Ella es una heroína de los cuentos antiguos, de esos que ya no se escriben por falta de personajes destacables. Ella poblaba historias de combates continuos y luchaba sin armas entregando su vida. No hubo rival tan fuerte como para tirarla al suelo. Tampoco lágrimas tan poderosas como para vencerla. Siguió en pie. Buscaba en diccionarios la palabra derrota y decidió que adelante le iba más a su cara. Ahora hay cicatrices tatuando su cuerpo, marcas sobre su piel que gritaba de miedo. Hubo llanto y temor, hubo huídas, pero hubo también tantas ganas y tanta fuerza y tanto camino por delante...

14 comentarios:

Anónimo dijo...

ella es muchos... Pero es ella. Te entiendo

E dijo...

Vuelvo a hacer mías tus palabras. No sabes cómo...

Me has hecho pensar en mi ella. Creo que voy a llamarla. Para soplarle un poco en las cicatrices.

Un abrazo.

(Que seguro eres también la heroína de alguien)

Anónimo dijo...

sin duda todos tenemos una ella, y muchos de nosotros hemos sido "ella" alguna vez.. lo importante es q siempre sigamos para adelante.. besos

Iván dijo...

Y si mi madre te leyera, se podría identificar en todas y cada una de tus palabras.

Anónimo dijo...

como te decía... ánimo valiente!

fj dijo...

tu texto me recuerda a algo y no sé a qué... ¿será que tú si escribes cuentos de esos que ya no se escriben?

besos

Elena -sin h- dijo...

Que importante es sentirnos a veces "ella"...

Keko dijo...

Sin embargo habla usted en pasado...

manue dijo...

Pisa fuerte... para sentir los pies chocando contra el suelo. Sentirse vivo, valiente, y seguir.

Enric Draven dijo...

...continuare pensando... :)

besos

Enric

pqueno dijo...

estoy seguro de q ella no se rendirá

abrazos ausientes desde el invierno

no_se_es dijo...

admiro a las/los valientes que mirando las cicatrices de sus cuerpos vuelven a salir al viento.
un abrazo con copos.

Anónimo dijo...

¿Hablas de Juana de Arco..?

Decadence dijo...

El amor es lo que tiene... Siempre poderoso hasta el final, cuando cae dejando sin tocar el suelo el escudo que porta en su antebrazo...